Entre el calor de estas semanas y la humedad, las pulgas y las garrapatas están en plena actividad... cosa que a Marcelino no le hace ninguna gracia, el pobre tiene un ataque de pulgas que lo trae por la calle de la amargura. Pinchando aquí podéis comprobarlo. No sé porque esta vez no me deja insertar el vídeo en miniatura.
La verdad que estas semanas hubo poco movimiento, supongo que en parte contribuyó el mal tiempo, total que se puede resumir en un macho de jabalí hermoso, un corzo macho (Podéis ver el vídeo pinchando aquí) y veíntitantos vídeos de Marcelino arrascándose.
Después de dejar la cámara de fototrampeo durante un mes entero, vuelvo con otra nueva entrega del Gran Hermano animal, en este nuevo capítulo volvemos a tener como protagonista a Marcelino (Asi hemos llamado al tejón) que acapara casi todos los vídeos, y también podemos ver a algunos de sus vecinos: Corzos, jabalíes, zorros y jinetas.
Partiendo de la premisa de que los tejones suelen vivir en familia suponíamos que Marcelino no estaba sólo pero como siempre sale un sólo tejón y no sabemos diferenciar si son tejones diferentes o el mismo pues teníamos la duda, hasta ahora, que ya estamos seguros de que hay mínimo otro tejón más puesto que en uno de los vídeos se escucha a un tejón escarbando en la boca que hay justo detrás de la cámara mientras que Marcelino husmea por delante de la cámara; vamos, que o bien Marcelino es Dios y puede estar en todas partes o es que hay dos.
Y el momento más curioso es cuando los jabalíes vuelcan la cámara, no grabó el instante exacto pero presuponemos que fueron ellos porque eran los que estaban en el prado en ese momento, además de que se sabe que tienen cierta predilección por vapulear estas cámaras. Esto sucede a las 15.00 horas, pero sorprendentemente, en el siguiente vídeo que grabó la cámara, 6h después, ésta vuelve a estar vertical y se oye como algún animal recoloca la cámara ¿De nuevo los jabalíes o esta vez sería el tejón? No hay ningún otro vídeo de esa noche, y por lo tanto nada que nos pueda aportar información, pero de lo que estamos seguros es que no fue un animal humano porque sino no hubiésemos vuelto a ver la cámara ja, ja.
Bueno el vídeo me quedó un poco largo, intenté poner sólo los vídeos más interesantes, pero es que casi todos me parecen interesantes ja, ja, ja. Prometo que el siguiente no será tan coñazo.
Hay momentos en fotografía que son únicos y difícilmente repetibles (No quiero pensar que imposibles). Si ya en fotografía de paisajes dependemos de las condiciones climatológicas y de la época del año, en fotografía de animales la cosa da una vuelta de tuerca más, porque a lo anterior se suma que no podamos pedirle a nuestro modelo que se esté quieto o que se ponga en contra del sol para que no nos salga a contraluz.
Uno de esos momentos fue el otro día cuando me acerque hasta el río con la idea de fotografiar otro animal completamente distinto, y cuando llegue lo primero que me encuentro delante de mis narices es un nido de mirlos acúaticos con sus dos papis cebándolos. Y como decir que:
El nido estaba a 2 metros de distancia.
Donde yo me encontraba tenía una piedra plana para apoyar el trípode.
En Asturias hacía sol.
Le dio de pleno el sol durante las 2 horas que estuve haciendo fotos.
Díficil encontrar más factores a mi favor, ¿Verdad?
