A las ricas setas

Esto debía de ser lo que pensaba esta babosa, y es que los humanos no somos los únicos que nos perdemos por este manjar. La seta no sé como se llama, pero a partir de ahora la llamaré Setus babosis. Mirad que festín se estaba dando.

Pero no todas son tan buenas, también están las del lado oscuro, las de las brujas, las mágicas, las de las conspiraciones políticas; y que son sin duda mucho más importantes que las gastronómicas. Veneradas y temidas durante siglos, las setas venenosas han ido escribiendo la Historia de la Humanidad junto con el hombre. Las alucinógenas por ser consumidas en festividades y haber dado lugar a leyendas, mitología y tradiciones. Y las mortíferas por haber sido utilizadas como herramientas para cambiar el curso de la Historia. Y aquí es donde dicen los hombres que detrás de una muerte por envenenamiento siempre está la mano de una mujer, porque los hombres siempre consideraron que envenenar era de cobardes y traicioneros. Y lo que sí es cierto es que los datos corroboran todavía en la actualidad esta diferencia: las mujeres prefieren usar veneno y los hombres arma blanca o de fuego. Así que ya sabéis, nunca os fiéis de la tortilla de setas que os prepare una mujer.

Y de entre las setas venenosas, la más guapa y conocida es la Amanita muscaria, el hogar de los pitufos y de David el Gnomo. Y es que se supone que las alucinaciones visuales que provoca el consumo de esta seta fueron las que dieron origen a los gnomos y los duendes, presentes hoy en día en tantas culturas. 

He aquí otra Amanita, creo que es una Amanita gemmata aunque no estoy segura del todo. También tóxica.

Y por último unas setas que por su pequeño tamaño y por no ser tan vistosas pasan más desapercibidas. No sé que especie es.