Hay momentos en fotografía que son únicos y difícilmente repetibles (No quiero pensar que imposibles). Si ya en fotografía de paisajes dependemos de las condiciones climatológicas y de la época del año, en fotografía de animales la cosa da una vuelta de tuerca más, porque a lo anterior se suma que no podamos pedirle a nuestro modelo que se esté quieto o que se ponga en contra del sol para que no nos salga a contraluz.
Uno de esos momentos fue el otro día cuando me acerque hasta el río con la idea de fotografiar otro animal completamente distinto, y cuando llegue lo primero que me encuentro delante de mis narices es un nido de mirlos acúaticos con sus dos papis cebándolos. Y como decir que:
- El nido estaba a 2 metros de distancia.
- Donde yo me encontraba tenía una piedra plana para apoyar el trípode.
- En Asturias hacía sol.
- Le dio de pleno el sol durante las 2 horas que estuve haciendo fotos.
Díficil encontrar más factores a mi favor, ¿Verdad?
Bonito reportaje de este fantástico pájaro. Un abrazo desde Cantabria.
ResponderEliminarGracias, para la próxima más y mejor.
EliminarMe encantan.Son difíciles de conseguir,buen ojo para localizar,no es fácil.Enhorabuena.Lya
ResponderEliminarFue tener suerte, gracias.
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